Massa descartó la posibilidad de renunciar al Ministerio de Economía y viaja a EEUU para conseguir fondos
Tras la derrota electoral del domingo, la devaluación -este miércoles cerró a $780 el blue-, la suba de precios y la zozobra económica, empezó a crecer dentro del oficialismo el debate respecto a la conveniencia de que Sergio Massa siga al frente del Ministerio de Economía hasta el 10 de diciembre. Pero el propio candidato presidencial de Unión por la Patria salió por la noche al cruce de esas especulaciones y rechazó la posibilidad de dar un paso al costado.
El martes y miércoles próximos el ministro tendrá reuniones en Washington donde terminará de cerrar los desembolsos por unos USD 10.000 millones para los próximos meses que confirmó el organismo ayer. La semana próxima llegarían USD 8.000 millones
“Yo cuando estoy al frente de la tormenta, tomo el timón y no lo suelto”, dijo Massa en el programa A Dos voces, de la señal TN. Pero le insistieron con la posibilidad de su renuncia: “¿No se la pasa por la cabeza renunciar para hacer campaña?”. “Al contrario”, contestó el ministro.
Antes de la entrevista, Massa se cruzó en el estudio televisivo con su rival Javier Milei. Contó que se habían dado un abrazo y que se conocían de la Cámara de Diputados. El ministro también volvió a cuestionar a Mauricio Macri por la deuda que tomó con el FMI durante su gestión.
Más temprano, su equipo de colaboradores había hecho saber que no estaba en duda su continuidad en el Palacio de Hacienda y que seguiría con su doble función. Igual, entre la tropa oficialista se había empezado a extender con velocidad la idea de que renunciara porque seguir en funciones complicaría las chances electorales de Unión por la Patria (UxP).
«Yo creo que debe dedicarse a la campaña pero hay que evaluarlo entre todos y tomar la decisión que más le convenga al conjunto. No se trata de Sergio, que se hizo cargo en un momento muy complicado. Hoy creo que hay que priorizar lo colectivo y tomar dimensión de lo que se juega en octubre. Es Massa y un espacio que, con dificultades y errores quiere más derechos para la gente, y dos opciones que vienen y repiten que van a achicar derechos», expuso ante este diario un dirigente con responsabilidades en la campaña.
No es el único que piensa lo mismo. Aunque por fuera del esquema de campaña, pero de indudable peso específico en el kirchnerismo, el diputado ultra K Eduardo Valdés, quien suele hablar en línea con lo que piensa Cristina, se animó a plantearlo públicamente.
«Después de volver de Estados Unidos y cumplir la misión del desembolso del FMI, tiene que bajar al llano y dejar el Ministerio de Economía en manos de otro», dijo al canal C5N. Y lo fundamentó: «Necesitamos un candidato que nos proponga algo distinto a este realidad, que no tenga que reflexionar todos los días sobre la cotidianeidad».
Casi lo mismo planteó el dirigente cegetista Omar Plaini, quien juega aliado al kirchnerismo.
“¿Por qué nuestro candidato no deja el Ministerio, eleva una propuesta a corto, mediano y largo plazo, sale a recorrer el país, a captar a los que no votaron y no nos votaron y deje en el ministerio a algún economista con conocimiento que también se haga cargo de la papa caliente?”, se preguntó el sindicalista.
En declaraciones a El Destape Radio, Plaini insistió: “El candidato tiene que recorrer en estos 65 días el país de punta a punta. Está preparado, está capacitado, conoce la política y se ha formado para esto. Entonces, manos a la obra”.
Massa: «Sabemos el daño que hace la devaluación»
En TN, Massa dijo conocer «el daño que la devaluación hace en términos de certidumbre» dentro de una sociedad golpeada por el alza del dólar y el incremento de los precios, pero realizó una aclaración.
«Sabemos el daño que la devaluación hace en términos de certidumbre, pero la gente tiene que saber que al Fondo no lo traje yo, que este es un acuerdo que si siquiera firmé yo como ministro, y que hoy lo estamos rediscutiendo, cambiándole las condiciones, para que el daño que representa el Fondo no sea tan alto», manifestó.
?Además, aseguró que «todas las medidas difíciles ya se tomaron» y explicó: «El FMI pedía 100 % de devaluación, después se plantaron en el 60 %. Finalmente, el acuerdo al que arribamos cerró en una negociación del 20 %. Cuando Bullrich habla de levantar el cepo es una devaluación del 100 %».
La campaña en stand by
Mientras dentro del oficialismo surgen planteos para que renuncie para dedicarse a la campaña,el rediseño de la hoja de ruta rumbo a octubre quedó en stand by, más allá de que en la misma noche del domingo se acordó polarizar con Javier Milei y excluir del debate a Patricia Bullrich para intentar forzar a un balotaje.
No hay coordinación en la campaña. Pero esa falta no es un dato novedoso en lo que fue hasta el momento la campaña de UxP y tampoco tiene que ver con que los alcaldes bonaerenses no hayan sido convocados por el gobernador Axel Kicillof, otro que a pesar de haber sido el candidato más votado en la Provincia sabe que con una oposición más concentrada y con menos oferta, puede afectarlo. En las PASO, la fórmula de Juntos por el Cambio encabezada por Néstor Grindetti, en suma con la derrotada de Diego Santilli, quedó a apenas 277 mil votos y sin el elemento del voto útil como variable.
Desde la gobernación no dan señales de cuándo será la convocatoria. No hay, al menos hasta el momento, un encuentro previsto para esta semana. El llamado de Kicillof es esperado incluso con más expectativa que el de Massa: al cabo, los recursos que reciben surgen desde la provincia. Como contó un alcalde del PJ a Clarín, la sensación entre los dirigentes territoriales es que hoy la urgencia está a nivel nacional: «Hoy nos necesitan más ellos que nosotros. Algunos compañeros repartieron la boleta completa y se comieron una piña y perdieron en su municipio. Si para octubre no hay un rumbo claro, el corte del domingo va a ser chiquito (en comparación)».
No está claro cómo puede revertir este escenario el comando de campaña nacional que trabaja para Massa. Sucede que en algunos distritos, la diferencia entre los votos que obtuvo el intendente y la boleta presidencial superó los 20 puntos. Incluso en territorios massistas, como en San Fernando, donde Juan Andreotti, anotó 53%, pero la suma de Massa y Grabois apenas pasó los 33%. En Escobar, se dio algo similar: Ariel Sujarchuk obtuvo 46%, unos 14 puntos más que las boletas presidenciales.
La disputa en Buenos Aires no es lo único que quedó bajo la lupa luego de la caída del domingo. Que Milei se haya impuesto en 16 provincias, incluidas varias de las que en las elecciones locales ganó el peronismo con comodidad, como el emblemático caso de Tucumán, no pasó desapercibido en el búnker de UxP. Aunque los gobernadores no asumen la acusación de «brazos caídos» que les llega desde Capital Federal. «No nos pueden acusar a nosotros. No hubo coordinación y faltaron recursos», reclamó uno de ellos consultado por este diario.
La falta de un norte a la que aluden las fuentes consultadas no tiene que ver sólo con la estrategia de campaña sino también con la respuesta que el Gobierno disponga para los sectores vulnerables en las próximas semanas, sobre todo ante el impacto que la devaluación post PASO ya genera en el costo de los alimentos. Desde lo gestual, se espera una actitud más proactiva. Ya no hay voces que, a diferencia de lo que se escuchaba previo al domingo, resalten el esfuerzo de Massa al frente del Palacio de Hacienda.