El hallazgo de un yaguareté emocionó a todos en el Parque Nacional del Iberá
El 29 pasado Pablo Guerra, parte del equipo de Rewilding Argentina, decidió dar un último vistazo a las tarjetas de memoria de las cámaras trampa ubicadas en el Parque Nacional Iberá para dejar todo prolijo antes de finalizar el año.
También, notó que el yaguareté era joven y, algo no menor, que caminaba de manera solitaria y con paso decidido: “Terminamos decidiendo que se trataba de un animal nuevo, el yaguareté número 21. Fue una locura. Me encantó compartirlo con mi prima que estaba conociendo por primera vez el proyecto y el lugar”.
Sebastián Di Martino, director de Conservación en Rewilding Argentina, contó que el equipo que se encarga de monitorear los yaguaretés en el Parque Iberá “conoce bastante bien” los patrones de manchas de la especie y que enseguida detectaron que “había algo extraño”.
También, detalló: “Cuando revisamos las cámaras se genera siempre mucha adrenalina por ver qué aparece y, cuando encontramos algo inesperado o que esperábamos, pero que no teníamos muchas esperanzas, es una gran emoción”.
Marísi López, coordinadora de Parques y Comunidades del Proyecto Iberá de la fundación, se refirió al estado de la especie: “El yaguareté en la Argentina está en estado crítico de amenaza, de extinción. Se calcula que quedan alrededor de 250 ejemplares en todo el país, lo cual es muy poco. Antes teníamos yaguaretés en todo el norte del país hasta el sur de Buenos Aires, pero hoy quedan algunos en Salta, Misiones, Chaco y Corrientes”.
En relación al caso correntino, agregó que la provincia cuenta actualmente con 21 ejemplares y que, a partir de esta cifra, pasó a ser la región que alberga el 10% de la población total de yaguaretés en libertad del país.
Causas como la caza ilegal, la destrucción de su hábitat natural, el atropellamiento en rutas y la alta tasa de deforestación del Chaco Semiárido hicieron que la especie perdiera más del 95% de su área de distribución y preocupara su prolongación. En 2001, el yaguareté fue declarado Monumento Natural Nacional en la Argentina (ley N°25.463) acordando su protección absoluta.
López también detalló la importancia de la especie a nivel ecológico y económico. En términos ambientales, el yaguareté es el “depredador tope”, es decir que se ubica en la cima de la pirámide convirtiéndose en la pieza vital para regular de manera natural el ecosistema y volverlo saludable. “Si el ecosistema está frágil o enfermo, esa enfermedad se trasladará a los humanos como ya lo hemos visto en la pandemia o con otras enfermedades”, explicó.
Además, detalló que el yaguareté se convierte “en un motor de la economía” para las localidades vecinas del Parque Iberá. Muchos turistas, fotógrafos e investigadores desean visitarlo para avistar “el mayor felino de América” o, aunque sea, el rastro de sus huellas.