“Noches de cerdos”: un documental mostró el método que usaban en las orgías de la mansión de Playboy
Desde hace meses que un documental sobre Playboy viene revelando el lado oscuro de lo que pasaba dentro de la famosa mansión. Ahora, se conoció que Hugh Hefner, el dueño de la revista, organizaba un método aberrante de fiestas sexuales.
La docuserie «Los secretos de Playboy» profundiza en lo oculto detrás de las fiestas sexuales, los abusos sexuales que cometía Hefner y sus amigos y la manipulación que hacía el magnate de las mujeres que eran sus parejas.
Cómo eran las “noches de cerdos” que organizaba Hugh Hefner en la mansión de Playboy
Uno de los métodos que usaba Hefner para hacer orgías era llamado “Noches de cerdos”. De acuerdo a los testimonios del documental, el dueño de Playboy convocaba una vez por semana a sus amigos más íntimos para que “hicieran lo que quisieran”.
Sondra Theodore, expareja de Hefner y que fue una de las conejitas de Playboy más conocidas en su momento, recordó que había sexo grupal cinco veces por semana, dentro de la mansión. “Me rompieron como si fuera un caballo”, lanzó.
Los maltratos de Hugh Hefner a las conejitas que eran sus parejas
Antes ya había trascendido parte del contenido del documental. La exconejita Holly Madison contó que Hefner tenía “actitudes asquerosas” en las fiestas que había en la mansión, mientras que una exasistente del productor reveló que “se usaban drogas para tener sexo”.
En las fiestas de la mansión de Playboy se usaban drogas para tener sexo
Una exsecretaria de Hefner y otra exconejita confirmaron que Hugh Hefner usaba drogas durante las fiestas que había en la mansión con el objetivo de tener sexo, algo que siempre ocultó.
“Por lo general tomabas la mitad, porque si tomabas dos, te desmayabas. Los hombres sabían que podían hacer que las chicas hicieran casi cualquier cosa que quisieran si les daban un Quaalude”, explicó.
Loving Barrett, exasistente de Hefner, confirmó esta versión y reveló un costado aún más siniestro. “(A esas pastillas) las llamábamos ‘abridores de piernas’. Ese era el objetivo de ellos. Eran un ‘mal necesario’, por así decirlo, para la fiesta”, lanzó. Hefner, según Barrett, le ordenó que consiguiera todo el tiempo recetas de estos medicamentos para tener un número constante en cada reunión que había. /TN