Recomendaciones para una cena festiva saludable
La nutricionista del Caps 9 de Julio, licenciada María Emilia Jarma, brinda una serie de sugerencias e ideas de cómo organizarse para cambiar la forma tradicional de alimentación en estas fiestas por una saludable cena de Noche Buena y Año Nuevo.
“Lo importante al momento de la cena, es hacer las comidas pertinentes durante el día. Empezar con un desayuno fresco, un almuerzo que tenga proteínas como la carne y un buen plato de ensalada. Hacer una merienda que contenga también esa frescura, como por ejemplo un licuado, y lograr así con estas comidas previas una permanencia gástrica. Las personas que van directamente a atacar la mesa festiva, es donde empezamos a comer por comer, que es lo que nos lleva a ingerir más calorías de la que estamos acostumbrados”, dice la especialista.
Jarma también hace hincapié en hidratarse bien, tomando agua durante el día para mantener el volumen gástrico y permanecer levemente saciado, llevando consigo siempre alguna bebida saborizada natural, con agua potable y frutas, evitando el consumo de bebidas ricas en azúcares y conservantes, para que la alimentación sea lo más natural posible.
“Si bien nosotros tenemos productos culturales propios de las mesas festivas como el pan dulce, los budines, y los turrones; lo más conveniente sería sustituirlos por algo menos calórico, como una brochette o tartaletas con frutas de estación, que son alimentos más frescos y no tan calóricos”, expresa la nutricionista.
En este marco, exhorta a tener cuidado durante los días con altas temperaturas, por lo que no sería recomendable preparar comidas con salsa, ya que pueden caer mal o pesado. Tener precaución en la conservación de los alimentos y que no haya contaminación cruzada; al mismo tiempo que las frutas estén separadas de las verduras y de las carnes.
“Es fundamental tener en cuenta que uno siempre debe tener control al momento de las comidas, y no que la comida nos controle, para que no pase a nivel emocional mi alimentación. Usar platos de poca superficie y servirse en cantidades adecuadas. Y si estoy muy ansioso frente a la comida, es recomendable alejarme de la mesa y utilizar otra acción, como lavarme las manos o conversar con algún familiar, para que el foco no sea la comida”, concluye.